Baile
Religioso TOBAS |
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TOBAS
Toba, quiere decir "frentón, o de frente ancha" y deriva de la costumbre de depilarse la frente en señal de duelo. Este nombre fue impuesto por los Guaraníes, sus enconados enemigos, en un tiempo pasado.
Su mitología es muy rica, comprendiendo diversos personajes, duendes, espíritus e incluso poderes que los hombres podían obtener a través de diversos ritos. De hecho la muerte se producía por mediación de brujerías o espíritus malignos, pero no era considerada un hecho natural, ni parte del ciclo de la vida.
Dentro de sus danzas ceremoniales aún es posible encontrar todas las representaciones de su entorno selvático original, puesto que cargan animales o sus pieles, plumas de colores y sus implementos de cacería o sanación. Las calaveras y huesos humanos los utilizaban en forma sagrada para hacer diversos artefactos e incluso collares y adornos de connotación mágico-religiosa, fieles a sus antepasados creyentes en la brujería y seres mágicos, envestidos en la figura del chamán y en algunos animales sagrados.
Según historiadores se dice que nuevamente en 1907 se vieron Tobas, tanto en La Tirana como en Andacollo, y para 1911 ya se había formado el primer Baile Toba nacional, procedente de la Oficina Salitrera de San Antonio. Este, al igual que otros bailes tuvo que adaptarse a los requerimientos de la época y sufrió muchos embates de la iglesia y críticas de los propios danzantes nacionales, tanto que se diluyeron casi por completo. Luego vuelven a aparecer en los años 50. Por esta razón se confunde el origen de Tobas y Chunchos, que a pesar de ser diferentes tienen algunos rasgos de similitud, especialmente respecto de las adaptaciones que tuvieron que sufrir para ser aceptados en los santuarios.
Hombres y mujeres visten túnicas largas y angostas sobre un pantalón de color compatible. Actualmente la mujer utiliza vestido ajustado, (similar a de los Indios Norteamericanos). En sus puños llevan adornos de plumas y piel así como también en sus pies a los que agregan cascos, cascabeles o sonajeros que marcan con sonido sus movimientos. Sus trajes tienen bordados o aplicaciones que recuerdan la tradición chamánica, mezclada con insinuaciones de brujería propias del sector amazónico, como calaveras, serpientes y demonios. Utilizan grandes turbantes de plumas de uno o dos colores. Utilizan botas cortas artesanales, confeccionadas con piel de conejo o sintética, que se amarran con cordeles de tripa de animal y decoradas con plumas y otras aplicaciones tipo sonajeros.
Los danzantes se ordenan en filas o cuadrillas y ejecutan pasos rápidos y saltos que requieren mucha destreza de sus intérpretes. La música es interpretada con banda de percusión en marcado paso de dos tiempos y a veces se agrega una línea melódica simple en escala pentáfona interpretada por instrumentos de viento o por las voces de los danzantes que repiten la misma melodía una y otra vez, es como un canto mágico con poderes exorcizantes.
El brujo que también porta un taje imponente, y a veces se pinta la cara o lleva una máscara, lleva un instrumento mágico consiste en un sonajero, o teketé, cascabeles de cascos de corzuela, un manojo de plumas de avestruz, sonajeros de calabazas o recipientes cerrados, platillos puntiagudos y todo objeto que a juicio del brujo encierre cualidades mágicas.
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FUENTES: |
- Etnias
y Aborígenes de Argentina
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Bailes Religiosos Santiago - Chile |