Bailes Religiosos Santiago

Según la historia surge desde la esclavización de los negros traídos en la época colonial, que entre otras cosas también dio origen a la saya perteneciente a la cultura afro-boliviana, también presente en Perú.

El Baile como tal, se inspira en la historia, pero deriva de otros bailes más antiguos. Se puede decir, según afirma el propio Gobierno boliviano, que los Caporales como baile tienen aproximadamente 30 años desde su formación.

Víctor Estrada Pacheco es considerado pionero de esta danza. Fue el fundador del primer conjunto de Caporales los "Urus del Gran Poder". La danza se mostró por primera vez en 1971 en la Entrada del Gran Poder y paulatinamente ganó aceptación y popularidad entre los jóvenes por su ritmo contagioso y ágiles pasos de baile.

En la imagen están algunos de los miembros originales del primer conjunto de Caporales de Urus del Gran Poder, creados por Estrada.

El Vice Ministerio de Cultura de Bolivia en su página web, se puede leer lo siguiente:

"... Un toque de twist norteamericano, una pizca de la tuntuna yungueña, otro tanto del k'usillo andino y listo. Una de las danzas folklóricas más representativas del país, los caporales, nació así hace más de 30 años de la inquieta imaginación de los miembros de la familia de don Víctor Estrada Pacheco ..."

Respecto de su creador, y jefe familiar destaca más adelante al ser consultado de cómo surgió la idea:

" ... Fue simple, "nada de complicados estudios antropológicos ni profundas investigaciones históricas", confiesa con un dejo de ironía Víctor Estrada Pacheco, quien atesora aquellos inicios en un archivo de fotografías en blanco y negro que cuelgan en las cuatro paredes de su sala. Junto a esas imágenes, un clavo resguarda el traje original de caporal con el que hace tres décadas Estrada encandiló, junto a los integrantes de la Fraternidad Urus, a los espectadores de la entrada del Gran Poder.

Esa vestimenta lleva años acumulando polvo en sus pliegues, pero no porque el tiempo haya dominado las dotes de bailarín de Estrada. Víctima de una insuficiencia renal, los cadenciosos pasos del danzarín de 57 años están ocupados ahora recorriendo los pasillos del Hospital General, con el único objetivo de mantenerse con vida."

Más adelante en el mismo artículo señala que "El folklorista Víctor Estrada Pacheco, recibió el 2001 un Diploma del Municipio de La Paz "por su aporte a la cultura paceña con la creación de la danza de los caporales". Sin embargo, continúa la publicación, no cuenta con apoyo estatal ni un seguro médico. Para el día 4 de Diciembre del mismo año, se intentaría batir un record mundial de 5000 danzantes de caporal para conseguir dos objetivos, el primero ingresar a los Record Guinness y la segunda, recaudar fondos e ir en ayuda del creador de esta danza.

(Artículo publicado el 05-12-2005. La Paz Bolivia)

La vestimenta, según la misma fuente, consiste en una fusión: los hombres de los caporales visten de sombrero, traje militar, de color negro y azul marino, en algunas ocasiones con un estilo africano llamado también guachas, similar a la vestimenta de los trajes típicos del Caribe, botas de taco alto con cascabeles y un látigo en la mano, realizando flexibilidades con estilo amenazantes.

En el cuanto al vestuario de las mujeres resaltan las mini-polleras, (imágenes que han dado la vuelta al mundo) y zapatos de taco alto, pero sin cascabeles y un sombrero que se conoce en Bolivia como el de las cholitas.

Respecto de la participación del varón y lo que representa, el concepto es claro.

La participación de las damas es fundamental y consiste en aportar la coquetería y el juego libidinoso que se despierta en el varón cuando una dama baila con ritmo sensual. Esto queda manifiesto mientras el Caporal ejerce la rudeza en contra de los esclavos a su cargo, la mujer con su danza y belleza representaría ese elemento de fantasía casi erótica y sexual, que otrora se le atribuyera a un tambor, y que permitiría olvidar al esclavo la dura tarea que realiza, pues su mente estaría divagando en otros parajes, siendo completamente hipnotizado tanto por la música, pero especialmente por la danza.

Ambos trajes están bordados con dragones en el pecho y la espalda, debido a la influencia de los chinos a los españoles, que era afirmar el símbolo del miedo y temor, a un castigo de lo desconocido. Cabe señalar que los trajes tanto del hombre como de la mujer han evolucionado así como sus pasos de baile.

La danza de los varones, al realizar sus agilidades atléticas en los saltos acrobáticos, patadas al aire o voladoras y gritos de coraje, se atribuyen a una expresión machista durante la época colonial, que en parte se asemeja con artes marciales del Lejano Oriente, como sacadas del Karate o Taekwondo. El varón, aparte de ser ágil y rítmico, debe poseer un estado físico, acorde con las altas exigencias atléticas de esta danza, quedando de manifiesto que un Caporal es fuerte, seguro de sí mismo, resistente, exigente y muy disciplinado.

El salto definitivo de la danza de los caporales en Bolivia, además de la presentación del baile en el carnaval de Oruro, fue en los años 80 durante la entrada universitaria. Entonces, un grupo de jóvenes de la Universidad Católica Boliviana de la Facultad de "contaduría" (contabilidad y negocios), se propuso investigar y bailar la danza. Se presentó por primera vez y causó gran sensación, ya que eran más de 80 danzantes, con llamativos vestuarios y por primera vez las damas, todas universitarias muy jóvenes y hermosas, exhibieron estas mini-polleras que con los sensuales giros permitieron ver a los curiosos toda la extensión de sus piernas. Por otro lado, esta agrupación desmitificó que la danza folclórica, como define Bolivia a los Caporales, sólo pertenece a las etnias indígenas y al proletariado. Este tipo de baile no representa al esclavo, indio o negro, oprimido y abusado, sino que por primera vez se populariza una danza que representa al blanco conquistador.